GLOSARIO
LIBRO 1:
ALCÍNOO:
Sabio rey de los Feacios, casado con Arete. Juzgó la disputa por Medea y el
Vellocino de Oro entre los Argonautas y los colquídeos, recibió después a
Orfeo, a quien le contó muchas historias y más tarde a Odiseo, arrojado a las
playas de Feacia (hoy llamada isla de Corfú) por el mar, a la vuelta de sus
aventuras, tras la Guerra de Troya. APOLO: Hijo de Zeus y Leto, nacido en el
país de los Hiperbóreos, en el lejano norte. Dios griego de las ciencias y de
las artes, padre de las Musas, adivinaba en su reputadísimo oráculo de Delfos
el destino de los hombres y de los pueblos. Desde muy joven era un músico
extraordinario con la lira, brillante en todo, pero soberbio. Eso le llevó a
cometer errores por los que fue tan duramente castigado, que acabó
convirtiéndose en el arquetipo de la moderación. “Nada en exceso” y “Conócete a
ti mismo” eran sus máximas. Orfeo lo identificaba con el titán Helio, el sol
que todo lo ve, hermano de Selene, la Luna, y de Eos, la Aurora. El sol
conducía un carro de caballos ígneos que salían de sus cuadras en el Cáucaso,
la Cólquide, al amanecer, y que pacían, desenganchados, en el extremo Occidente
por la noche, en las Islas de los Bienaventurados. En la época matriarcal
estaba subordinado a la Luna , pero los aqueos lo identificaron con Apolo,
dándole la mayor importancia, después de Zeus, como dios del del Sol y de la
Luz, y haciéndole Hermano de Artemis, la Luna, en la que se conservó el
recuerdo del aspecto doncella de la Antigua Diosa, un tanto cruel y salvaje.
AQUEOS: En griego, “aqueo” significa “el que causa dolor”. Los aqueos fueron
los más duros de los invasores helenos de Pelasgia, que luego se llamaría la
Hélade o Grecia. Ocuparon muchos de los reinos que antes habían ocupado sus
primos, los jonios y los eolios y, denigrándolos por haberse dejado asimilar
por las sacerdotisas de la Antigua Diosa, se propusieron desmontar
definitivamente la antigua sociedad matriarcal cretense-pelasga y sustituirla
por un patriarcado presidido por sus dioses olímpicos. Tuvieron sus principales
capitales en Esparta, Argos y, sobre todo, Micenas. En la novela, son reyes de
Micenas los descendientes del héroe Perseo: Euristeo, mezquino amo de Hércules
por mandato de los dioses, y después Atreo, que asaltará las posesiones hititas
de Asia Menor, como preludio de la guerra que acaudillará su hijo Agamenón,
quien llevó a todos los griegos a sitiar Troya durante once años. ARETE: Reina
de Feacia, esposa del rey Alcínoo, quien se las arregló para casar a Medea y
Jasón a fin de burlar a los colquídeos, que se la querían llevar de vuelta a su
patria, junto con el Vellocino de Oro.
ARGONAUTAS: Así se llamaban los componentes de
la expedición, dirigida por Jasón, que, a bordo de la nave “Argo” se dirigieron
a la remota Cólquide, al pie del Cáucaso y del Mar Negro, para conseguir el
Vellocino de Oro. ARISTEO:”El rey de los cazadores”, famoso apicultor y bello
galán. Según la mitología, intentó violar a Eurídice quien, huyendo de él, pisó
una serpiente. En la novela, Aristeo obra inducido por la maga-serpiente
Llilith de la Cólquide, esclavizada enemiga de Orfeo. ARRON: Comandante jonio-tirseno
de una flotilla que se proponía encontrar nuevas colonias para los emigrantes
jonios de lidia en el litoral mediterráneo de Iberia, y que llevó a Orfeo desde
la costa occidental de Grecia hasta Cataluña, pasando por el sur de Italia, el
estrecho de Mesina, las colonias griegas en el golfo de Nápoles y en el país
etrusco, la isla de Córcega y Marsella. ATENAS: Capital peninsular de los
griegos jonios, aunque en la novela se habla de otras dos Atenas míticas más
antiguas, una en el golfo de Tarento, en Italia, y otra, de localización
imprecisa, desde donde los helenos ancestrales combatieron la invasión de los
atlantes. ATENEA: Diosa griega de la sabiduría, salida directamente, adulta y
armada, de la cabeza de Zeus después que éste le pidiera a Hefesto, el herrero,
que se la abriera de un mazazo al no poder soportar más la migraña que se
apoderó de él tras tragarse a su primera esposa, Metis, la Prudencia. Atenea
era la protectora de Hércules y también la de Jasón y la de la ciudad de
Atenas. ATLAS O ATLANTE: Poderoso titán de la Luna, pasaba por hijo de Jápeto
con la ninfa Clímene y hermano de Prometeo, Epitemeo y Menecio, pero, en
realidad, había sido engendrado por Poseidón. Fue el poderoso emperador de
Atlantis. Vencido por los Olímpicos, que mataron a Menecio, se le condenó, como
señor del horizonte que era, a permanecer en lo alto de las montañas del sur de
Marruecos que llevan su nombre, sujetando eternamente el peso de la bóveda
celeste. Era padre de las Pléyades, las Harpías y las tres Hespérides y a él se
dirigió Hércules, tras derrotar a Anteo, para pedirle que le consiguiese las
manzanas de oro que le ordenó traer a Micenas su amo, el tirano Euristeo.
BELEAZAR: Capitán fenicio de la nave “Astarté,
que, en la novela, llevó a Orfeo desde Creta hasta Feacia. CAP DE CREUS: Cabo
de Cruces, en castellano, la mayor prolongación hacia el Este de la península
Ibérica, su Finisterre Oriental. Increíble formación geológica de origen
volcánico que derrama los Pirineos sobre el Mediterráneo en el Ampurdán o
l`Empordá, comarca norteña de Cataluña, vecina a Francia. El lugar más bello y
más potente de la Costa Brava, donde está la villa blanca de Cadaqués y, junto
a ella, el puertecito de pescadores llamado Port Lligat, hogar y taller del
genial pintor Salvador Dalí, que utilizó ampliamente los surrealistas paisajes
del cabo como fondos de sus cuadros. CAP NORFEU: o Cabo de Orfeo. El
promontorio más sobresaliente al sur del cabo de Creus, cercano a la villa
mediterránea de Rosas, en Cataluña, España. El hecho de el autor encontrarse
con ese cabo en una excursión y escuchar después en Rosas la leyenda que sobre
él se inventó Josep Plá, desencadenó la inspiración que compuso toda esta
novela. CÁROPE: Abuelo de Orfeo, padre de Eagro, recibió la corona de Tracia
cuando Licurgo fue derrocado y muerto por oponerse a Dionisio. CELENOS o
SELENOS: Aunque es un nombre de la época romana, pobladores del litoral sur de
Galicia, comarca de las Rías de Pontevedra y Arosa, con su capital donde ahora
se encuentra Caldas de Reyes. Se encontraron allí lunas crecientes en piedra,
Estrabón habla de fiestas de plenilunio que hacían los nativos. Celenos puede
tener qure ver con Selenos, o Selene, la Luna. Es interesante que uno de los
nombres con los que se designa al dios que guía a los muertos al Ultramundo es
Hermes Celenio, por el monte Celene donde nació, en el que habitaba la ninfa
que fue su niñera, Celene es una harpía rubia oceánide o atlántide, hija de
Taumante y de la oceánide Electra (Proveedora de ámbar). Las tres harpías de
alas veloces “Vientos que traen Nubes Tormentosas”, arrebataban en vuelo a los
criminales para que las Erinnias los castigaran y Celene es la más importante
de ellas. Virgilio la llama “Harpia Máxima”. Representan la antigua Atenea,
como Diosa Triple de la destrucción repentina. Cilene Tuvo de Prometeo, otros
dicen que de Poseidón, dos hijos: Lico y Quimereo, que estaban enterrados en
Troya. También se llama Celene una pléyade, hija de Atlas y Pleyona, de la que
se dice que fue madre de Lyco, con Poseidón. Lycos, en griego, es Lobo. Se
suele confundir a esta pléyade con Maya o Maia, también hija de Atlas, en quien
Zeus engendró a Hermes. El arquetipo celta de Hermes es el dios Lug, que se
representa con un lobo. En Galicia se llama comarca de Maia a aquélla en la que
que el río Sar, que pasa por Compostela, desemboca en Padrón, inicio de la ría
de Arosa, tierra de la Reina Lupa o Loba, donde, según la leyenda, desembarcó
la nave que traía el cuerpo decapitado de Santiago desde Palestina. Ver GAL y HERMES.
En la novela, Hércules cuenta como Hermes nació de Maia-Selene en el país de
los Celenos, y se habla de Lug como Luh. CÓLQUIDE: Hoy en día es el estado
independiente de Georgia, antes uno de los que conformaban la Unión Soviética,
al pié del Cáucaso, orilla sur-oriental del mar Negro. Cuando los aqueos
invadieron la Grecia peninsular, el príncipe Aetes de Éfyra se opuso cuanto
pudo a su radical reforma de la Vieja Religión y costumbres hasta que tuvo que
exiliarse. Viajó hasta la remota Cólquide y enamoró a su reina-sacerdotisa,
permaneciendo allí como consorte y afirmándose en el trono cada vez más por su
habilidad y valía hasta que llegaron los argonautas a arrebatarle el Vellocino
de Oro; cosa que consiguieron, ayudados por la traición de su hija Medea.
CRETA:Durante tres mil años fue la más refinada civilización matriarcal del
Mediterráneo. Pero en tiempos de Orfeo un maremoto y dos o tres invasiones
griegas la habían despojado de todo su antiguo poder, aunque su cultura todavía
era el modelo de prestigio a imitar. En 1500 a.J.C se debió llegar al apogeo
mayor de Creta Minoica,1450 a.J.C. es la fecha en la que se supone su final.
DELFOS: El más importante oráculo de Grecia, situado en la Fócide, donde se da
culto a Apolo en el verano y a Dionisio en el invierno. DIONISIO: El tres veces
nacido. Según los órficos, espíritu del ser andrógino primordial, Fanes,
tragado y asimilado por Zeus para fecundar a Sémele. Calcinada Sémele, es
incubado en el muslo del propio Zeus, dado a luz por el rey de los dioses y
ocultado a Hera. Los Titanes al servicio de ella lo devoran , excepto su
corazón, rescatado por Atenea, y con las cenizas de los titanes y el
alma-corazón de DionisioZagreo, se construye el cuerpo animado de la raza
humana de la nueva Era, de doble naturaleza titánica-inmortal. Dionisio
representa el último de los dioses admitido en el Olimpo, el ser humano que ha
trascendido su naturaleza titánica y ha descubierto, por medio de la
purificación, lo divino de su propia naturaleza esencial. DIOSA: Según Robert
Graves, durante todo el Neolítico, Europa no tenía dioses y en todas partes se
adoraba a la Diosa Madre bajo amplia variedad de nombres. Ella no necesitaba
hombres para dar a luz a sus hijos, se suponía que las mujeres quedaban
preñadas por la acción de los vientos o los ríos. Si tenía amantes era sólo por
placer, pero se les sacrificaba cuando declinaba el poder del sol. Asumía tres
aspectros: Doncella, Ninfa u Anciana sabia, como las tres caras de la Luna. A
comienzos del 2º milenio a. J.C. los helenos patriarcales lograron menoscabar,
y luego destruir, el poder de la casta de sacerdotisas de la Diosa. EAGRO: Rey
de Tracia, hijo de Cárope, casado con Kalíope y padre de Orfeo. ÉFYRA: Antiguo
nombre de la rica ciudad-estado griega de Corinto, situada en el centro del
istmo de su nombre, que comunica la parte norte y centro de la península griega
con la parte sur, el Peloponeso. EGIPTO: El imperio más prestigioso del mundo
antiguo y el de más larga duración en el tiempo. En la época de Orfeo estaba
muy disminuido a causa de las guerras civiles que había producido la herejía
del faraón místico Akenhaton, que trató de sustituir al politeísmo por la
adoración de un Dios único, Atón, cuya manifestación material era el sol. Eso
debió ocurrir hacia el 1377 a. J. C. Se cree que el éxodo de los Hebreos tuvo
lugar entre 1446 y 1250 a. J.C. Ramsés II reinó por el 1279 a. J.C.
ELEUSIS: El más importante santuario y escuela
iniciática ateniense, donde se rendía culto a Démeter y Perséfone, y se
preparaba a las almas para que perdiesen el temor a la muerte,
proporcionándoles, por medios químicos y rituales, una experiencia de
proyección astral fuera del cuerpo para que comprendiesen que su verdadera
identidad no dependía de él sino que era una consciencia omnisciente y eterna.
Los Órficos introdujeron, siglos después, importantes reformas en él, que lo
convirtieron en la institución iniciática más importante del mundo grecolatino.
ELÍSEOS, Campos Elíseos: Significa, igual que Avalon o Averno, “Tierra de las
Manzanas”. Las almas de los héroes muertos, los buenos y los iniciados que
supieron beber en la fuente de la memoria, o del Autorecuerdo, pueden ir, tras
ser juzgados por Éaco, Radamantis y Minos, a los Campos Elíseos, que están
próximos, pero no pertenecen al Hades y son gobernados por Crono. ESPARTA: El
segundo más poderoso reino de los aqueos, después de Micenas, situado en el sur
de Grecia, en el Peloponeso. El rapto de Helena, esposa de su rey Menelao,
hermano de Agamenón de Micenas, fué, según la Ilíada, el pretexto de honor
ofendido que provocó la guerra de Troya. EURÍDICE: Hija de una
sacerdotisa-ninfa, fue educada desde niña dentro de la Fraternidad de las
Dríades en el bosque sagrado del Rodhope, en Tracia, donde conoció a Orfeo.
EURISTEO: Rey de Micenas, descendiente del héroe Perseo. Era el más poderoso
rey de los aqueos en la Península Griega, al sur de Atenas, pero tenía un
carácter mezquino y envidioso. Por consejo de los dioses, Hércules se puso a
sus órdenes como servidor durante doce años, a fin de compensar la muerte de
sus hijos con Megara, que causó en un estado de locura que le indujo la
vengativa Hera. A las órdenes de Euristeo, el coloso realizó sus doce trabajos,
que simbolizan los doce grados iniciáticos cuyas pruebas debe superar un ser
humano para alcanzar la inmortalidad. Euristeo hizo todo lo posible para que su
servidor fracasara pero no lo consiguió. Cuando Hércules se vio libre de él, se
vengó retando y matando a sus tres hijos. FEACIOS: Habitantes del reino de
Feacia, en la isla de Drepane, actual Corfú, enfrente de la costa de Tesprotia,
Actual Epiro, en el norte-occidente de Grecia, que da al Adriático. En tiempos
de Orfeo reinaba allí el refinado rey de origen cretense Alcínoo, consorte de
la reina Arete. FENICIOS: Los habitantes de los puertos comerciales de la costa
Norte de Canaán, donde hoy se encuentra el Líbano. Sus ciudades, Sidón, Tiro,
Biblos… estaban bien fortificadas y eran verdaderos estados independientes.
FINISTERRE, en gallego Fisterra, el cabo más occidental de España, al final del
Camino de Santiago, frente al Océano Atlántico, donde los antiguos creían que
se acababa el mundo y comenzaba el Hades, el País de los Muertos.. FOCENSES:
Griegos procedentes de Focea, colonia jonia de Asia Menor, grandes navegantes,
que fundan en la novela los emporios o factorías comerciales sobre las que,
muchos siglos después de Orfeo, se fundarían las colonias griegas de Massilia o
Marsella, en el Sur de Francia, y Rosas, en la Costa Brava de Cataluña, España.
FRIGIA: Parte Noroeste de Asia Menor, al lado sur del Helesponto, canal que
comunicaba el Mediterráneo con el Mar Negro, donde se encontraba Troya. Allí
nació el culto a Dionisio. Actualmente pertenece a Turquía. FURIAS O ERINNIAS:
Personificación de los remordimientos, habitaban en el Erebo, centro del Hades,
y eran compañeras de Hécate, más viejas que todos los dioses. Acosaban a los
criminales sin darles descanso, con sus negras cabezas de perro con ojos
sangrientos, alas de murciélago, horrible cabellera de serpientes y látigos con
puntas metálicas, atormentando hasta la muerte a quienes se volvían insolentes
con sus padres, con los suplicantes y con los huéspedes. Se les llamaba
eufemísticamente las Euménides (Las Amables) porque sólo pronunciar su nombre
de Erinnias podía atraerlas. GÁDIR: Una leyenda dice que era un rey de la
Hesperia Blanca, hijo del gigante Atlas, emperador de la Atlántida. También es
el nombre de la ciudad viva más antigua de Europa Occidental, Cádiz, que se
desarrolló a partir de la concesión que los reyes de Tartessos le hicieron a
los fenicios para que establecieran una factoría comercial o emporio en la Isla
del León. Se encuentra en el centro-sur de Andalucía, España, muy cerca de
África. El reino tartesio ya era la parte más civilizada y rica de Iberia en tiempos
de Orfeo. Se supone que Cádiz se convirtió en ciudad alrededor de 1100 a. J.C.
GALIA, o LAS GALIAS: Aunque es un nombre que
le dieron los romanos posteriormente, en la novela se designa con él, a falta
de conocer otro más antiguo, a Francia, situada al norte de Iberia y al otro
lado de los Pirineos, a donde llegan todos los caminos europeos que confluyen
en el de Santiago, o de las Estrellas. Galia tiene la misma raiz que Galicia,
Portu-gal, Gales, Galacia o Galitzia, todas ellas regiones del Viejo Mundo que
fueron ocupadas por los celtas, o que la lengua gaélica, el idioma celta que
aún se habla en Irlanda.
GRAN VERDE: Así es como le llamaban los
Egipcios al Mar Mediterráneo.
HADES: Rey de los Infiernos, hermano de Zeus y
Poseidón, hijo de Crono, esposo de Core-Perséfone, tras raptarla. Su tenebroso
reino subterráneo que también se conoce por el nombre de “El Hades”, está
rodeado por la laguna Estigia, envuelta por el río Océano, en el País de los
Muertos, extremo occidental del mundo, por eso Orfeo viaja a Iberia y a
Finisterre para buscar su entrada, aunque otros vates dicen que descendió por
grietas que se citan en la novela, en Tracia, o por la de la punta de Ténaro,
en el sur de Grecia. La laguna Estigia se atraviesa pagando al barquero
Caronte, que no admite a las almas que no fueron debidamente cremadas o
enterradas ritualmente. El monstruoso perro de tres cabezas, Cerbero, impide el
paso a los vivos. La parte más profunda del Hades, donde gimen los peores de
los condenados, es el Tártaro. Los Campos Elíseos es una especie de paraíso,
cerca, más separado del Hades, a donde van los héroes, pero siempre muy
inferior a la superficie de la Tierra en goces. HÉCATE: Uno de los aspectos
magnos de la Gran Diosa Triple Antigua, el de dadora de la vida y de la muerte
y, por tanto, Señora de la Magia con tres cabezas de león, perro y caballo. Sin
embargo, los aqueos resaltaron sus aspectos destructivos, y la mandaron a los
Infiernos, bajo la forma del Cancerbero o como amiga y confidente de Perséfone,
que, en realidad, representa el mismo arquetipo que ella. Era muy invocada por
los magos negros en las encrucijadas de tres caminos, ya que, como todos la
continuaban temiendo y respetando, Zeus le había conservado su antiguo
privilegio de conceder o de negar a los mortales cualquier cosa que deseasen.
Estos ritos mágicos fueron conservados, cada vez más deturpados, por las brujas
medievales. HEBE: En la novela, una de las compañeras bacantes de Aglaonice.
Hebe era el nombre de la Gran Diosa representada como niña y, cuando se hizo la
reforma olímpica, se creó con ese aspecto una diosa joven personalizada: la
copera del Olimpo, una de las hijas de Hera y Zeus, con la que se casó a
Hércules cuando fue admitido en él. HELENOS: Así se llama a los griegos en
general, ya que su ascendente fue Heleno, hijo de Decaulión, que se salvó del
diluvio. HERA: Diosa olímpica, esposa continuamente engañada de Zeus, en la que
los invasores aqueos convirtieron al aspecto Ninfa o Matrona de la Gran Diosa
de los pelasgos vencidos, para rebajar el ascendiente que aún mantenía sobre
ellos, convirtiéndola en un personaje secundario, sometido al dios masculino y
patriarcal de los conquistadores. La mitología la presenta casi siempre como
celosa, ruin rencorosa y asesina, tratando de eliminar a sus incontables
rivales, amantes de Zeus, y a los hijos que su marido engendra en ellas. El más
odiado de todos: Hércules, quien representa el prototipo del nuevo héroe
patriarcal, a pesar de que su nombre significa “la Gloria de Hera”. HÉRCULES:
En su novela “El Vellocino de Oro”, Robert Graves trata a este personaje como
un forzudo sin seso, vicioso, brutal, incapaz de autocontrol y algo ridículo.
Con todos sus respetos hacia un maestro de la talla de Graves, el autor del
“Viaje de Orfeo al Fin del Mundo” no podía creer, por respeto a nuestros
ancestros, que el principal modelo heróico de la civilización fenicia, griega y
romana fuera tan descerebrado, y en su propia novela se propuso abordar, además
del intenso amor que el coloso sintió por Pyrene y de sus aventuras en el
Extremo Occidente, la lucha por su autodominio que Hércules mantuvo toda su
vida, tratando de superar sus limitaciones, lo que había de titánico en él,
para llegar a convertirse en un inmortal siguiendo el modelo olímpico. HERMES:
Hijo de Zeus con Maya o Maia, hija de Atlas, que lo parió en una cueva del
monte Cilene o Celeno. Se decía que este monte estaba situado en la Arcadia,
Peloponeso, en el sur de Grecia, que es el lugar más antiguo y remoto en el que
pueden pensar los griegos, refugio de Crono destronado durante la “Edad
Dorada”, pero en la novela se le sitúa en el litoral galaico de Iberia,
territorio de los Celenos, ya que Maia-Cilene era una hija de Atlas emperador
oceánico y que Crono acabó residiendo en las Islas de los Bienaventurados.
Hermes era el dios griego de la inteligencia ágil, del ingenio y de la astucia,
mensajero principal entre los dioses del Olimpo y los hombres, patrón de los
viajeros, los comerciantes, los diplomáticos y heraldos, los mentirosos y los
ladrones. Guía de las almas de los muertos al Otro Mundo. Los antiguos
caminantes levantaban pirámides de piedras o una cruz de hierro en las
encrucijadas en su honor y pidiendo su protección. Este arquetipo mitológico es
el mismo Thot de los egipcios, Lug de los celtas, Mercurio, para los romanos, y
Jacobo, Iaco, Iago o Santiago para los cristianos. El arquetipo celta de Hermes
del dios Lug, (que en la novela es un pre-celtico Luh), se representa con un
lobo. La reina Lupa o Loba reinaba sobre la tierra de Maia, que es la comarca
de Padrón, a donde llega el cuerpo del Apóstol Santiago, según la leyenda
cristiana (ver CELENOS Y GAL). Hay claras referencias a Hermes en el Camino de
Santiago ibérico, especialmente la Cruz de Ferro en León y en el pueblo de
Hermedesuxo y el Cabo de la Nave en Finisterre, además de la costumbre gallega
de levantar cruceros sobre unas gradas en forma de pirámide escalonada en todas
las encrucijadas de caminos. HIBERNIA: Uno de los antiguos nombres de Irlanda o
Eire o Erinn, que tiene algo que ver con Iberia, lo mismo que las islas que hay
más al norte, el archipiélago de las Hébridas, probablemente las más lejanas de
las Casitérides. HITITAS: Potente imperio que se desarrolló en el centro y sur
de Anatolia, Asia Menor, actual Turquía, en competencia y guerras frecuentes
con Egipto. Los hititas fueron los primeros en construir armas de hierro, que
quebraban las de bronce, y carros de caballos para el combate. Se cree que la
Edad del Hierro debió comenzar allí alrededor de 1400 a. J.C. IACO: Nombre de
Dionisio como dios infernal, hijo de Zeus y Perséfone, remedo de Osiris,
resucitado en la dimensión divina tras haber sido despedazado por los Titanes.
INDIKETAS: Aunque es un nombre que les dieron los romanos, tribu ibérica que
ocupaba el litoral del actual Alto Ampurdán, la costa de la provincia de
Girona, en Cataluña, en la que desembarcó Orfeo al llegar a Iberia.
IBERIA: El País de los Muertos, en el Extremo
Occidente. La península Ibérica, España y Portugal. No tenemos seguridad de si
los griegos ya la conocían por ese nombre en tiempos de Orfeo. Hacia 1300 a.
J.C. ya se estaba desarrollando en Centroeuropa la cultura celta de los campos
de urnas. ÍTACA: La isla donde reinaba Laertes, padrasto de Odiseo, que se
encontraba enfrente de la boca del golfo de Corinto y de la costa
centro-occidental de Grecia, separada de Cefalonia por un canal. JASÓN:
Comandante de la expedición de los Argonautas a la Cólquide en busca de la piel
del Carnero Sagrado. Si se quiere conocer bien su figura y esta aventura, se
recomienda leer el libro “El Vellocino de Oro”, de Robert Graves, que
abasteció, en gran parte, muchos de los contenidos antropológicos y mitológicos
de esta novela en lo que a su parte griega se refiere. JONIOS: Una de las ramas
de los helenos, que tenía su capital en Atenas y sus colonias más importantes
en la región lidia de Asia Menor. En el capítulo V de la novela se cuenta
extensamente su historia, tanto la mítica, que llega hasta su guerra
antiquísima con los atlantes, como la de sus emigraciones, empujados por los
aqueos, que esparcieron la semilla de los hijos de Atenea por todo el
Mediterráneo. KABIROS: Eran cinco diosecillos o Dáctilos, creados por la Diosa
para servirla, a partir de los cinco dedos de una de las manos de su amante,
Crono. Los colocó como guardianes y sacerdotes de sus Misterios en la sagrada
isla que se reservó en Samotracia donde el tiempo se había detenido antes del
nacimiento de los Olímpicos. Orfeo fue iniciado allí en los más antiguos
conocimientos de la Humanidad, el emblema de los iniciados era una cinta
púrpura en la frente. Los Kabiros también protegían a los náufragos, ya que los
vientos estaban controlados por la Diosa. KALÍOPE: Significa “La Bella Voz”. En
la mitología griega, hija del dios Apolo, musa de la poesía épica, la más
importante de las nueve musas que representan la creatividad artística del dios
de la luz. En la novela, sacerdotisa de Apolo, esposa del rey Eagro de Tracia,
madre de Orfeo, que educa y cultiva sus extraordinarios talentos como músico, cantor
y poeta, y que representa la inagotable inspiración artística que el bardo
llevará en sus genes toda su vida. KYME: Colonia griega en el golfo de Nápoles,
Italia, al pie del volcán Vesubio, donde los colonos de la isla de Pythecussa
acabaron asentándose cuando la isla se les hizo pequeña. Los romanos la
llamaron Cumas. LAERTES: Rey de la isla de Ítaca, casado con Anticlea, madre de
Odiseo, protagonista de Homero.. LIDIA: territorio de Asia Menor que mira hacia
las Islas Cícladas, en el centro del mar Egeo, actualmente Turquía. Muchos
griegos jonios del Ática, emigraron allí desde Atenas, presionados por los
aqueos, y crearon una riquísima colonia que intercambiaba mercancías entre Asia
y Europa. En el capítulo 5 de la novela, el comandante Arron cuenta la historia
de aquellos colonos que habrían de extender la estirpe griega por todo el
Mediterráneo. MASSALIA: Actual ciudad de Marsella, situada en la región
pantanosa de La Camargue o Camargo, en las bocas del río Ródano. Su fundación
oficial como ciudad por los colonos focenses ronda el año 600 a. J.C.. En la
novela se presenta ante Orfeo como una pobre factoría recien fundada por
algunos focenses en un lugar tan insano que resultaba difícil pensar que en el
futuro pudiese crecer tanto. MATRIARCADO: Significa “Gobierno de la madre”.
Sería una sociedad en la cual las mujeres tendrían el poder y los hombres
estarían subordinados a ellas, como ocurrió, al contrario, en el patriarcado,
durante muchos siglos. Aparte de sociedades míticas, como las de las Amazonas
de Asia Menor o de Libia, a pesar de que han sido muy buscadas por los
antropólogos, también entre las actuales tribus primitivas, nunca se
encontraron, por lo que no se han podido demostrar las teorías marxistas y
feministas que dicen que entre el Paleolítico y el Neolítico, la mayoría de las
sociedades eran matriarcales. Incluso las que a primera vista lo parecían, no
pasaban de ser sino sociedades matrilocales o matrilineales. En esta novela
donde todo o casi todo va de mitos, se siguen, sin embargo, las teorías
enunciadas en las obras de Robert Graves sobre la sociedad matriarcal
pelasgo-cretense para crear un fondo social que explique la muerte de Orfeo.
MATRILOCAL: Tipo de derecho en el cual la tierra es propiedad de las mujeres
que la transmiten de madres a hijas, ya que ellas son las que la cultivan.
MATRILINEAL: Derecho de las madres sobre sus hijos, que llevan su nombre y no
el de sus padres. Ni este sistema ni el matrilocal significan que haya un
predominio de las mujeres sobre los hombres en esas tribus, simplemente forma
parte del reparto de roles. MEDEA: Hija del rey Aetes de la Cólquide,
sacerdotisa de Hécate, aspecto de Diosa de la Magia de la Gran Madre Antigua.,
en la novela, es la hermana menor de Llilith, que guarda el Vellocino de Oro
tomando la forma de un dragón. Al llegar los Argonautas a su ciudad, Afrodita
la hace enamorarse perdidamente de su comandante, Jasón, por quien traiciona a
su linaje y a su país, facilitando el robo. Posteriormente acompañará a Jasón a
Grecia cometiendo asesinatos y hechicerías horribles siempre que su ego se
siente amenazado. En la novela se van dando noticias de su trayectoria. METIS:
En la novela, la principal compañera y confidente de la sacerdotisa bacante
Aglaonice. En la mitología es el nombre de la diosa griega de la Prudencia, una
titánide que estuvo casada con Zeus antes que Hera. Un oráculo avisó al rey de
los olímpicos que si llegaba a nacer el hijo que Metis llevaba en el vientre,
sería tan sabio que destronaría a su padre como él había destronado al suyo,
Crono, y éste al suyo, Urano. Para evitarlo, Zeus se tragó a Metis durante un
orgasmo, pero eso le produjo dolores de cabeza tan insoportables que hubo de
pedir que se la abrieran de un mazazo, lo que dio a luz a Atenea, ya adulta y
armada. MICENAS: Capital de los aqueos en Grecia, situada entre Atenas y Éfyra
o Corinto. MINOS: En la mitología es el más importante, sabio y poderoso rey de
CRETA, pero seguramente sus hazañas no fueron realizadas por una sóla persona,
sino por toda una dinastía de reyes a la que llamamos Minoica, que dominaron
durante tres mil años los países pelasgos del mar Egeo con su flota, su
excelente organización y su refinada cultura matriarcal. En la época de Orfeo
ya hacía doscientos años que había sido arrasada por un maremoto y por dos
asaltos sucesivos de griegos. Sin embargo, su prestigio cultural siguió
imperando mucho tiempo después, creando modelos de civilización a imitar, como
luego ocurrió con Roma durante el desarrollo medieval y renacentista, incluso
neoclásico, de las naciones europeas que los invasores bárbaros crearon sobre
las ruinas del imperio romano. OESTRYMNIOS: Probablemente significa “Las Gentes
del Extremo Oeste”. Tribus galaicas que habitaban lo que hoy es la costa
atlántica de Iberia; es decir, Galicia y el Norte de Portugal. También fue
llamado este territorio Ofiusa (Tierra de la Serpiente o de los
Hombres-Serpiente) por los griegos. Los Oestrymnios del Norte eran los
habitantes de Armórica, actual Bretaña, en el litoral occidental de Francia. ODISEO:
Hijo de Anticlea y del astuto Sísifo, rey de Éfyra. Muerto su padre, su madre
casó con Laertes de Ítaca quien pasó a ser su padrasto. Casó con Penélope,
princesa cefalonia, y la obligó a acompañarle a Ítaca, en lugar de ir él a
vivir a la casa de la mujer como era antes la costumbre matriarcal. Tuvo que
acompañar a los griegos a la guerra de Troya donde destacó por una astucia que
no era menor que la de su padre. Su accidentado regreso a Ítaca es el tema de
la Odisea, la famosa epopeya de Homero. ORFEO: Protagonista de esta novela y de
muchísimas obras de arte de todo tipo, Debió vivir por el 1350-1200 a. JC.
considerado el mayor músico de la antigüedad, además de un maestro de
sabiduría, sobre cuyo recuerdo se creó, mucho más tarde, la escuela iniciática
órfica, que estaba unida a la de los pitagóricos en una relación semejante (de
contemplativos-ideadores más ejecutivos-materializadores) a aquella que
tendrían, siglos más tarde, los benedictinos y los templarios en su intento de
ampliar la estrechez mental de la Cristiandad y de su sociedad feudal,
fragmentada, guerrera, inculta, fuertemente patriarcal y bárbara, fomentando
las peregrinaciones y abriendo la libre circulación por las antiguas vías
romanas, que provocó el paso del período románico al gótico y la proliferación
de catedrales (en las que la figura principal pasó a ser la Virgen, es decir,
el antiguo concepto de la Diosa dulcificadora y civilizadora) donde se pudiera
adoctrinar a las poblaciones de los burgos libres nacientes en la idea de conseguir
una Jerusalén Celestial sobre la Tierra.. Ese período coincidió con el de mayor
auge del Camino de Santiago como vía de transformación. ORFISMO: Doctrina moral
derivada, según proclamaban sus apóstoles, de las enseñanzas de Orfeo que,
bastante tiempo después de su muerte, acabó produciendo una reforma total de la
religión griega, sobre todo a nivel de iniciados de la escuela de Eleusis, y
que era un retorno a las fuentes de la espiritualidad indoeuropea, con cierta
semejanza a las doctrinas célticas y a las védicas hindúes, con muchos rasgos
egipcios. Se creía que la humanidad venía marcada por un pecado original, el
que correspondía a nuestra parte titánica, y que éste era un mundo-purgatorio
en el cual teníamos la oportunidad, a través de una vida de bondad y
purificación, de limpiar de su peso de culpas a nuestra alma inmortal, la parte
de Dionisio en nosotros, hasta volvernos puros (catharoi), con lo cual nos
preparábamos para interrumpir la de otro modo interminable rueda de
reencarnaciones (Mitos de Sísifo, de Tántalo o de las Danaides). El iniciado
purificado era preparado para, tras su muerte, orientarse por las regiones del
Ultramundo, evitar beber de las aguas de la fuente del Olvido, y sólo hacerlo
en la de la Memoria, con lo cual recordaba quien realmente era y escapaba al
destino de la mayoría, accediendo al Elíseo, que ahora también se llamaba “las
Islas de los Bienaventurados”, donde esperaba la iluminación y liberación
definitiva que suponía la fusión con lo Absoluto. Estas doctrinas prepararon el
advenimiento del Cristianismo y es interesante notar que, siglos más tarde, ya
muy corrompido el papado romano, fue precisamente en Bulgaria, la región
montañosa de la antigua Tracia a donde se retiró Orfeo al final de su vida,
donde surgió la herejía de los Bongomilos, que intentó devolver a la docrina
Cristiana a sus fuentes de pureza originales. Esta herejía prendió muy bien en
el sur de Francia, en la Occitania, justo al norte de los Pirineos, donde se
convirtió en el movimiento de los Cátaros (los Puros), que provocó la primera
cruzada promovida por los príncipes de la Iglesia, apoyándose en la ambición
territorial del rey de Francia, para destruirles antes de que contagiaran al
resto de su rebaño. (Más datos en “Orfeo y la Religión Griega” de
W.K.C.Guthrie, Ed.Siruela 2003) PELASGOS: Significa “los Antiguos”. Se llama
así a los pueblos, procedentes del norte, que, tras el diluvio, habitaron las
tierras e islas del Mar Egeo antes de que los invadieran los helenos. Estaban
dominados por la talasocracia, o imperio marítimo, de la dinastía Minos, con
capital en Knossos, en la isla de Creta, y eran sociedades matriarcales,
dirigidas por colegios de sacerdotisas de la Gran Diosa. PELEO: Hijo de Éaco,
nieto de Zeus, príncipe de la isla de Egina que logró casar con Tetis, última
suprema sacerdotisa de la Antigua Diosa en Pelasgia. Ganó, gracias a ella y a
sus mirmidones el trono de Ptía. Fue padre del héroe de la guerra de Troya,
Aquiles. PERSÉFONE: Hija de Démeter, diosa griega de la Naturaleza Fértil, que
la llamaba Core. Fue raptada por el Rey de los Infiernos, Hades, aunque Démeter
consiguió que su hija pudiese salir de allí seis meses al año a llevar la
primavera al mundo, al cabo de los cuales, a la llegada del otoño, descendía de
nuevo para acompañar a Hades, y entonces era la diosa infernal Perséfone.
Cuando se suprimió el culto de la Gran Diosa Antigua, los vencidos siguieron
reconociéndola en Perséfone por mucho tiempo. PONTIA: Nombre cretense de la
Gran Diosa Antigua en el que claramente se ve su relación con el mar, el Ponto,
el Agua o puente entre las tierras. Pontífice, puente entre la dimensión física
y la espiritual. POSEIDÓN: Dios del Mar, hermano de Zeus y de Hades, padre de
Atlas y de los Atlantes. La leyenda dice que perdió el patronazgo de Atenas,
frente a Atenea, a pesar de haber entregado a la ciudad el caballo, porque
Atenea le entregó el olivo, que se consideró mucho más útil. Furioso, destruyó
la primera Atenas con un maremoto.
PROMETEO: Gigante sabio, creativo y noble,
hijo de Jápeto (o Jafet) y de la ninfa Clímene, hermano de Atlas o Atlante, fue
uno de los pocos titanes que no tomó partido en contra, sino a favor de Zeus y
los dioses olímpicos cuando se alzaron contra la tiranía de Crono, su padre,
que devorava a sus hijos. Se dice que formó a los seres humanos de la raza
post-diluviana con agua y arcilla y que les animó con el Fuego de la Vida tras
robárselo a Zeus con la complicidad de Atenea. Por causa de ello, Zeus lo
amarró a una roca del Cáucaso donde un buitre le devoraba el hígado, que se le
regeneraba cada día. Estuvo muchos años en ese tormento hasta que Zeus permitió
que Hércules lo liberara. Cuando el centauro quirón renunció a la inmortalidad
para descansar de sus dolores, logró pasársela a Prometeo. PTÍA: También llamada
Ftía o la Fiótide. Reino situado al sur de Tesalia, al norte de la península
griega con capital en Yolkos, cercano a Macedonia y Tracia, donde los pelasgos
mirmidones fueron ocupados primero por los griegos minias y después por los
aqueos, con lo que Pelias usurpó el trono. Cuando Jasón lo reclamó, Pelias le
puso como condición traer el Vellocino de Oro desde la Cólquide, aunque tampoco
quiso abdicar cuando lo trajo. Medea, la mujer de Jasón, consiguió asesinarlo
por medio de hechicerías y engaños, pero Jasón abdicó en el sobrino de Pelias,
el argonauta Acasto, para poder reinar sobre la herencia de Medea, Éfyra o
Corinto, un país mucho más rico que Ptía. Finalmente, Peleo, otro argonauta,
ayudado por Tetis, mató a Acasto y se apoderó del trono de Ptía, de donde
partiría para la guerra de Troya su hijo Aquiles, al frente de los guerreros
mirmidones. PYLOS: Arenoso puerto situado en el Peloponeso, en el sudoeste de
la península griega. Patria del caballeroso Néstor, que sería el caudillo de
más edad de los que luego fueron a la guerra de Troya, el más conciliador y
cordial.
PYTHECUSSA: la Isla de los Monos, la más
antigua colonia griega en el Mediterráneo Occidental, situada frente a la
actual Nápoles y al volcán Vesubio, Italia. QUIRÓN: Inmortal, hijo de Crono,
jefe de la hermandad de los Centauros, o clan de los hombres-caballo, de Ptía,
que vivía en el Monte Pelión de Tesalia, noroeste de la península griega, en
cuyas cuevas se situaba la Escuela de Héroes del centauro Quirón, a la que en
la novela se designa como Hermandad de los Hijos de Crono.
ROSAS: en catalán Roses, en griego Rhodos,
actual población turística en el golfo de su nombre, en una zona llana de la
Costa Brava de Cataluña, España, justo al sur del Cabo de Creus. SAIS: El
templo principal del puerto más importante del mundo en tiempos de Orfeo,
situado junto a las bocas del Nilo, en Egipto, donde, según cuenta Platón en
los libros Critias y Timeo, uno de sus sacerdotes le confió al ateniense Solon
el mito de la Atlántida. De ser cierto, los antiguos atenienses habrían
liberado Egipto de los Atlantes y juego entronizado en el templo de Sais a su
diosa Atenea, a quien los egipcios llamaron Neith. SAMOTRACIA: Isla sagrada
situada enfrente de la costa de Tracia y del Helesponto, actual estrecho de los
Dardanelos en Turquía. La escuela iniciática más antigua de Grecia, a la que
pertenecía Orfeo, y en la que hizo que fuesen iniciados sus compañeros
argonautas en el conocimiento de los Kabiros, dioses de antes del Diluvio,
protectores de náufragos. SARDOS: Los habitantes del la gran isla de Cerdeña,
frente a Italia, que en la edad del Bronce piratearon todo el Mediterráneo.
TARENTO: o Taras, excelente puerto, sobre el gran golfo de su nombre, en el sur
de Italia, donde, según algunas viejas leyendas, se había fundado la segunda
Atenas de los Jonios, antes de que emigraran al Ática, presionados por los
aqueos. TÁRTARO: Significa “El oeste del oeste”, y alude a la parte más
profunda y remota del Infierno, donde son sepultados los condenados. Los más famosos
de ellos están condenados a repetir continuamente los mismos inútiles trabajos,
lo que alude a que el Mal es el producto de la repetición de hábitos negativos
que se van acumulando hasta convertirse en adicción al vicio. TARTESSOS: O
Tarsisch, para los fenicios, o Tartesós, para los griegos o Atlantesos en el
poema cantado del vate pirenaico Jacín..Capital del gigante Gerión, situada en
la isla Erithia, en la desembocadura del río Guadalquivir, en Huelva, Andalucía
Occidental, España, región de donde, siglos más tarde, partirían las carabelas
de Colón que descubrieron América.. TETIS: La última Suprema Sacerdotisa de la
Gran Diosa en Grecia, conquistada por el héroe Peleo de Egina y con cuya ayuda
se apoderó también de Yolkos y el reino de Ptía. TESEO: Héroe ateniense, hijo
del rey Egeo, que pidió ser enviado a Creta junto con los jóvenes que cada año
se entregaban a la talasocracia minoica como tributo para ser sacrificados en
el Laberinto por el Minotauro. Sedujo a Ariadna, hija del rey Minos, y, con su
ayuda, logró matar al Minotauro y salir del Laberinto usando un hilo
orientador. Posteriormente vivió muchas aventuras en las que demostró su valor
y, por fin, se atrevió a descender al Hades con su amigo Piritoo, que estaba
enamorado de Perséfone, raptada por el rey de los Infiernos. Éste les tendió
una trampa y los encadenó a una silla de la que sólo les pudo salvar Hércules
en su último trabajo. TIRO: Opulento y muy bien fortificado puerto fenicio,
quizás el principal, finalmente asediado y destruído por Alejandro Magno muchos
siglos más tarde. Actual Líbano. TIRSENES: En la novela, colonia de los griegos
jonios de Lidia establecida en el litorial de Italia, más al norte del país de
los latinos, donde habría de fundarse más tarde Roma. Un príncipe lidio,
llamado Tirseno comenzó la emigración ante las graves circustancias que
ahogaban al país. Según especulan los investigadores, los lidios tirsenos
pudieron ser el origen de la civilización etrusca y también habrían influido
mucho en la formación de la civilización tartesia. TITANES, GIGANTES Y OTROS
OPOSITORES DE LOS OLÍMPICOS: Los Titanes eran, en principio, los genios de los
siete planetas que dieron nombre a los días de la semana. Hijos de Urano, el
Cielo, y Gea, la Tierra primigenia, la leyenda de su lucha contra Zeus tiene
una cierta semejanza al mito judeo-cristiano de los ángeles rebeldes vencidos y
caídos, considerados los demonios del Infierno, súbditos de Satán, durante la
Edad Media. Realmente todo el panteón de los dioses olímpicos arranca de los
titanes, ya que tanto Poseidón y Hades como Zeus son hijos del titán Crono, que
se tragó a los dos primeros para que no le destronasen y fue, finalmente,
derrocado por el último. Cuando Zeus enterró en el Tártaro, parte más profunda
y oscura de los Infiernos, a los principales sostenedores de su padre, los
titanes bajo la jefatura de Atlas, sus hermanos los Gigantes se rebelaron e
intentaron el asalto de la dimensión celeste del Olimpo, para lo cual alzaron
una especie de Torre de Babel acumulando rocas hasta las nubes. Después de una
durísima guerra, fueron finalmente dominados, sobre todo por Atenea y por el
mortal Hércules, y acabaron muertos y encerrados también en el Tártaro. También
los Alóadas Efialtes y Oto, hijos bastardos de Ifimedia con Poseidón, se
alzaron contra los Olímpicos, vencieron a Ares y casi toman la mansión de los
dioses, pero fueron derrotados por la astucia de Artemis. Todavía se alzó
después el peor de todos, el espantoso Tifón, que llegó a mutilar y aprisionar
a Zeus, pero éste consiguió ser liberado y curado y, acosando al monstruo con
sus rayos, lo encerró bajo el volcán Etna de Sicilia, donde aún humea. En la
novela, se identifica el mito de los Titanes con el de los Atlantes, ya que
ambos tenían como rey al gigante Atlas y ambos fueron derrotados por los
olímpicos o por quienes les rendían culto. TRACIA: Gran reino montañoso al
norte de Grecia, en el continente, considerado como semibárbaro por los
griegos, gobernado por los padres de Orfeo, Eagro y Kalíope. Los tracios llegaron
allí en el pasado desde el Cáucaso y los Balcanes, en compañía de los frigios,
que se establecieron en el Noroeste de Asia Menor y fundaron Troya. Tierra de
cultivo de fieros guerreros mercenarios. Hogar del famoso Espartaco, que mucho
más tarde encabezó la revuelta de los gladiadores y los esclavos contra Roma.
Actualmente, el territorio de la antigua Tracia se encuentra dividido entre
Grecia, Bulgaria y Turquía Europea. TROYA: Ciudad-estado fuertemente amurallada
situada en Frigia, norte de Asia Menor, actual Turquía, que estrategicamente
dominaba el paso de los Dardanelos o Helesponto entre el Mar Egeo y el mar
Negro, cobrando peaje y siendo intermediaria de todo el comercio entre Asia y
Europa. También se llamaba Ilion y sus habitantes dardanios o teucros. En la
novela, el rey de Tracia, Eagro, padre de Orfeo, es un fiel aliado del monarca
troyano, Laomedonte, que va a ser destronado y muerto por Hércules más tarde,
quien entronizó en ella al príncipe Príamo, padre de Paris, que dará pretexto a
los griegos, al seducir a la esposa del rey de Esparta, Menelao, para que se
coaliguen a fin de sitiar y conquistar a Troya, su más importante rival
comercial. Esa guerra es el tema de la epopeya “La Ilíada”, atribuída a Homero,
que se consideró un mito hasta que el arqueólogo Schliemann descubrió no una,
sino siete Troyas superpuestas en el emplazamiento descrito en la epopeya. La
Troya homérica debió ser destruida alrededor de 1220 antes de J. C. YOLKOS:
capital del reino griego de los Minias de Ptía, en Tesalia, frente a la isla de
Eubea, donde reinaba el aqueo usurpador Pelias, quien desafió al legítimo
heredero, Jasón, a que fuese a la Cólquide a buscar el vellocino de oro si
quería recuperar su trono. ZEUS: Dios principal de los helenos, anteriormente
llamado Dio, que fue llamado así por los pelasgos, en recuerdo de Zagreo,
cuando las sacerdotisas de la Antigua Diosa consiguieron integrar en su
sociedad a los invasores jonios y eolios. Se le hace hijo del titán Crono,
contra el que se alza y al que vence después de muchos años de lucha,
haciéndose el rey de los dioses de la Nueva Era u Olímpicos.
……………………………………………………………………………………….
POR
QUÉ ESCRIBÍ ESTA NOVELA
Escribí
esta novela, en primer lugar, porque es la obra sobre los orígenes imaginarios
de mi cultura básica mediterránea-atlántica que siempre hubiese querido leer y
que nunca encontré publicada. En segundo lugar, porque llevaba muchos años
trabajando sobre la mítica del Camino de Santiago que, en España, transcurre
sobre el paralelo 42º. Y el paralelo se me quedaba cojo si sólo me ceñía a
recorrerlo entre Jaca y Compostela, es decir, al ámbito puramente cristiano y
medieval de una ruta sagrada que, evidentemente, me parecía mucho más antigua,
ya que en Finisterre había encontrado posibles huellas de Hermes, el dios
griego que acompaña a las almas de los muertos al otro mundo. Así que, primero,
alargué mi campo de interés hasta Finisterre (lo cual me hizo encontrar el
sentido arcaico y solar del Camino: llegar hasta la mar, origen de la Vida,
para morir y renacer) y después lo seguí hasta el Mediterráneo, buscando otras
posibles rutas pre-cristianas que fuesen de donde el sol nace a donde el sol
muere . Desde que llegué al litoral catalán me sentí atraído por el mágico Cabo
de Creus y empecé a explorarlo, haciendo senderismo por sus barrancos y calas,
sin saber la sorpresa que me iba a llevar. Una mañana salí a pie por los
senderos de Cadaqués en dirección al sur y, algo más allá del lugar donde mi
mapa señalaba Cala Joncols, vislumbré de repente un cabo en el horizonte que
tenía la misma forma que un laberinto de plastilina que había hecho hacía poco,
para describir el camino de aprendizaje del hombre en la vida. Cuando llegué
allí me pasé el día recorriéndolo y, efectivamente, se correspondía muy bien
con mi construcción en todo. Como el lugar se llamaba Cap Norfeu,
inmediatamente me hizo recordar el mito griego de Orfeo y pensé que su viaje a
los Infiernos en busca de la resurrección del alma amada era el mismo símbolo
del viaje al Fin del Mundo en busca de la muerte del hombre viejo y del
renacimiento del nuevo. Ahí obtuve el enlace entre la mítica medieval europea y
atlántica del Camino de las Estrellas y la mítica mediterránea; con lo que
comenzó a gestarse esta novela en mi cabeza. Esa misma noche, en Rosas, unas
personas con las que conversé en un centro cultural me contaron una leyenda,
inventada, según me dijeron, por Josep Plá, que describía como se formó el Cabo
de Creus cuando Orfeo llegó en barco ante los Pirineos. También me hablaron de
cierta persona llamada Maruresca, que vivía en Selva del Mar ...¡ y que había
tenido una parte activa en un hermanamiento que hubo hace años entre los cabos
de Creus y de Finisterre! Me fui enseguida a Selva, lugar encantador, y conocí
a Maruresca, quien reforzó mi inspiración con su aspecto de sacerdotisa de la
Gran Madre o meiga céltica. Allí mismo, en el Centro Cultural de la villa, pasé
tres o cuatro días esbozando el guión fundamental de esta novela: principio,
nudo y final.
Después todo fue ponerme a recorrer el posible
itinerario del vate en dirección a Galicia. La montaña de Verdera, con el
monasterio de San Pedro de Rodas y con sus dólmenes milenarios, dio un gran
impulso a mi imaginación, como también, más tarde, la belleza pura y agreste de
los Pirineos, que compartí con unos músicos ambulantes galos. En Ceret,
Cataluña Francesa, me presentaron a una amiga suya, contadora de cuentos, que
me dio la primera referencia sobre los amores de Hércules y Pyrene. En Prades,
ante el pico Canigó, tomé contacto con las obras de Jacinto Verdaguer. La
montaña de la Cruz de Ferro, en el Camino de Santiago, y el albergue templario
de Manjarín me parecieron los lugares apropiados para el encuentro con los
guerreros andantes Brigmil. Al llegar a Finisterre, recorrí el litoral buscando
una posible ubicación para las bocas del Hades y la encontré, inmejorable,
descolgándome por detrás de un roquedo que un marinero llamaba “a Uña de
Ferro.” Los inolvidables atardeceres tras las islas Cíes, en la ría de Vigo,
donde nací, me hablaban continuamente de la Tierra de la Eterna Juventud y de
la Dimensión de los Bienaventurados soñada por nuestros ancestros. Mi
convivencia anterior con los nativos de la Amazonia me dio muchas claves para
comprender la mentalidad simbólica y los posibles ritos de los pueblos
primitivos europeos. El resto fue cosa de un 75% de imaginación y de un 25% de
documentación sobre la época, encontrada, sobre todo, en los libros
enciclopédicos de Robert Graves, que tocan mucho el tema de la transición del
Matriarcado al Patriarcado, aunque la mayoría de los antropólogos actuales
aseguran que no existieron nunca sociedades matriarcales en las que las mujeres
ejercieran el poder principal (lo cual, dicen, es un mito marxista-feminista jamás
comprobado), sino, como mucho, matrilineales o matrilocales. En cualquier caso,
como esta obra va de mitos, yo le seguí la corriente a Graves porque me parece
un tema muy actual en estos momentos en que parece que se está desmontando
claramente la sociedad patriarcal en Occidente. Ni tenía interés ni podía
pretender la confección de una novela histórica sobre una época de la que
quedaron imprecisas huellas y poquísima documentación, teniendo, además, unos
protagonistas, Orfeo, Hércules o los conquistadores de Irlanda, que pertenecen
completamente al plano del mito (sobre todo Hércules, cuyas aventuras podrían
haber sido las de varias figuras heróicas distintas de diversos pueblos, con
diferencias de varios siglos, incluso milenios, entre unas y otras). Así que yo
tampoco me preocupé demasiado porque no me coincidieran eventos y fechas.
Simplemente, desde la perspectiva de un interés ibérico actual, compilé datos
sobre lo que se cree (o, mejor, se especula) que debió ocurrir, más o menos
entre 1300 y 1200 a. J. C., inspirándome en ello para construir el telón de
fondo de mi relato, en el que dejé correr a plena libertad el juego de
combinaciones y de relaciones posibles, y luego lo proyecté en el tiempo, todo
lo que me apeteció, en un lenguaje próximo a la comprensión actual, por medio
de los mitos del Diluvio, de los Titanes, de la Atlántida y de las Razas y
Subrazas anteriores, para lo cual me sirvieron mucho las obras de Blavatsky y
los primeros teósofos, estudiadas durante mi estancia en la comunidad de Figueira
en el Brasil, junto con todo el amplio material esotérico sobre evolución
monádica propio de ella. Como me he pasado la vida viajando y tendiendo puentes
de amistad y de arte entre culturas y grupos diversos, me gustaría que esta
obra no fuese sino un modesto puente más entre todas las comunidades que, a lo
largo de los siglos, desde el extremo Oriental del Mediterráneo hasta el
extremo Occidental del Atlántico Norte, han aportado su base cultural a la
amada tierra donde nací, la verde Galicia, el país del Fin del Mundo de los
antiguos europeos. A todas ellas, mi sentido homenaje
M.C.
13 Noviembre 2003 y 2012.
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