quarta-feira, 27 de novembro de 2019

34 NOTAS ÓRFICAS



34 NOTAS ÓRFICAS:
Enseñanzas de Orfeo, recogidas por un amigo.

1-La personalidad del recopilador de estas notas no tiene ningún interés ni importancia. Baste decir que tuvo el privilegio de compartir la proximidad de un gran maestro durante los últimos años de una manifestación de su alma sobre el mundo físico. El recopilador las transcribió, en principio, para apoyar su propia formación y comprensión junto a él, y ahora las pone a disposición de quien se interese por ellas porque las considera un valioso tesoro de conocimiento que merece circular y ser compartido. 2-Estas no son, exactamente, las enseñanzas de Orfeo de Tracia, son lo que el limitado entendimiento de un joven amigo y discípulo suyo consiguió comprender de la vasta experiencia y sabiduría de una consciencia de altura que regresó del Más Allá. Son una humilde tentativa de mostrar la inmensidad del Océano, recogiendo lo que cabe de él en un pequeño vaso de barro, no limpio del todo de impurezas, y dejándolo a disposición de quien lo quiera mirar, tocar y probar. 3- Orfeo llamaba La Vida, La Vida Cósmica, a lo que consideraba un solo Dios Eterno Infinito. Entendía que nada existe, existió o existirá que no fuese emanado del vacío virgen, pero siempre fecundo y generador, del útero mental de la Madre Vida, por usar palabras que puedan ser comprendidas, aunque sólo son referencias a aquello que los humanos creen conocer, que no es más que una ínfima parte del Misterio multidimensional de la Divinidad. 4- Entendía que sólo hay una manera de penetrar un poco en ese Misterio, y que penetrarlo es la única misión de cada ser vivo, la razón de que haya sido dotado con un cierto grado de percepción, consciencia y poder de actuar y la razón de su manifestación sobre el mundo por el Misterio creado: La manera consiste en devotarse completamente al Misterio de la Vida, aprender a amar y a servir con total atención y dedicación a lo Desconocido, hasta percibir claramente nuestra fusión con una parte de lo que La Realidad Única y Total sabe de sí misma, ya que lo único que creemos que conocemos, cuando aún nos sentimos separados, es apenas nuestra ignorancia , o la explicación relativa e ilusoria que lo limitado de nuestra pequeña perspectiva produce. 5- Orfeo de Tracia penetró valientemente en el Misterio Suprahumano impulsado por el mayor anhelo de su apasionado amor humano. Decía que así es como el Supremo Amor usa nuestras pequeñas ilusiones para impulsarnos a conocerle. Cualquier camino lleva hacia él, hasta los más aparentemente locos, si se va a fondo en la caminada. 6- Decía Orfeo que la Vida es un constante movimiento de la evolución de la consciencia desde El Único Ser hasta El Único Ser y dentro de El Único Ser. Incluso si nos acomodamos, detenemos y estancamos en medio del Camino, el movimiento de la Vida nos transforma y nos arrastra hacia adelante, sólo que lentamente, a oscuras y sufriendo la fricción de ser arrastrados. Quien es sabio, se deja fluir sin resistencias a favor de la corriente del Único, Los hombres y mujeres sabios llegan, fluyendo en su pionerismo, al siguiente escalón de la infinita escala de la consciencia antes que la mayoría de los demás. El llegar antes los convierte en maestros e instructores de los que caminan más despacio. 7- Como sólo “El Único Ser que Es Todo” existe, y como lo único que asciende la escala infinita de su autoconsciencia es la totalidad de Sí Mismo, es imposible para sus unidades perceptivas pioneras continuar subiendo en solitario la escala evolutiva más allá de unos pocos escalones. Obligatoriamente tienen que bajar de nuevo a ayudar a impulsar a subir hasta donde ellos alcanzaron a llegar, al resto del Ser Total que todos somos. Sólo entonces, la fuerza del peso del conjunto de la consciencia de los Seres Divinos que componen El Único, produce una nueva onda cíclica ascensional, dentro del Plan o propósito evolutivo divino para el siguiente momento de su manifestación. 8- Los adelantados en la evolución son como los pensamientos investigadores que El Único Ser lanza para explorar una nueva parcela de su propio Misterio eterno y sin límites. Iluminada esa nueva parcela de sí, su Comprensión Total llega a ella, la inunda y cultiva y colecta los frutos de sus posibilidades. Sólo entonces, cargado de nuevos conocimientos y poderes adquiridos sobre sí mismo, lanza otra vez sus más penetrantes pensamientos al descubrimiento de nuevos y más altos niveles de su infinitud.

9- Orfeo llamaba, con su lenguaje de iniciado en viejas Escuelas de Misterios, “ciclo de manifestación” a cada una de esas ondas cíclicas del Plan o propósito evolutivo de Dios para su siguiente movimiento de progresión. Estas ondas son cósmicas, como cósmico es El Único Ser, cada una de ellas afecta a absolutamente todos los ámbitos de su creación, incluida esta ínfima parte de ella a la que llamamos el Sistema Solar y, dentro de él, el plano y planeta Tierra , donde se encuentra actualmente focalizada nuestra atención viva, así como la atención viva, dotada de mayor o menor grado de autoconsciencia, de todos los seres de todos los reinos de la naturaleza planetaria.

10- Descendiendo a la relatividad de la pequeñez humana en el inmenso Cosmos –decía el sentido de uno de los cantos de Orfeo, “la Espiral Divina”- la Humanidad es un conjunto de unidades perceptivas y ejecutivas de la Consciencia Divina que se manifiesta, fundamentalmente, en apenas siete de las infinitas dimensiones del Único. Desde el grado más sutil que somos capaces de concebir, hasta el más denso y viciversa.

11- La Divinidad es el punto de origen y generación del movimiento autoconscienciador de su Vida Cósmica. El movimiento del punto traza el círculo ilimitado de su ámbito de actuación, el círculo es multidimensional, y gira en espiral desde su centro mental hasta la periferia de su pensamiento de cada momento, para, seguidamente, retornar en espiral al centro pensante, portando la información resultante de su autoexploración y vivencia integral.

12- Espiral vital: expansión del Conocedor a las partes de si que desea conocer, seguida de contracción, para regresar con lo conocido.
 Luz que se proyecta a iluminar la oscuridad, desde lo sutil y la comprensión hasta lo denso y la ignorancia: Involución. Retorno al origen de lo que era oscuro y ahora iluminado: Evolución. Ese doble movimiento espiral de la consciencia es un Ciclo de Manifestación.

13- Entendía Orfeo que la Consciencia viva del Único Ser que Es es eterna, y que todos los seres son parte eterna de ella. Los Seres Divinos de distintas jerarquías de responsabilidad y grados de consciencia son tan inmortales y eternos como el Único, del cual son unidades de consciencia parcial perceptivas-ejecutivas. Durante el movimiento de descenso involutivo se van recubriendo de formas o vehículos o instrumentos adecuados, compuestos con materiales propios del ámbito a estudiar, que les permiten explorar los distintos niveles y dimensiones del Misterio, Una vez explorados sus ámbitos de conocimiento vital, las formas se disuelven a medida que, durante el movimiento ascensional evolutivo, las consciencias retornan al Origen sin forma, cargadas del conocimiento adquirido.

14- Igual que las notas pulsantes de su música componían y ejecutaban una canción, Orfeo describía un ciclo de manifestación como una sucesión de siete movimientos musicales que descienden a explorar un tema, y otros siete que lo aclaran, retornando al origen creativo con una historia vivencial que contar, una bella definición de lo que se desconocía y una conclusión sabia. Con esa enseñanza vivencialmente aprendida, ya se podía pasar a la octava superior de manifestación siguiente.

12- Andando por el mundo, Orfeo aprendió de forma teórica, a través de varias antiguas Escuelas, algo que parecía ser común a todas ellas: cada ciclo de manifestación de la Humanidad en su conjunto, crea una de sus razas raíces. Raza Raíz no significa el color y la forma exterior de un grupo de seres humanos. Eso solo marca temporalmente las mutantes y efímeras formas externas que van adoptando durante una continua mezcla con otras existentes o por existir,
 Raza Raíz es, fundamentalmente, el tono, paradigma y objetivo interno del grupo de consciencias manifestadas para cumplir una función dentro del propósito divino en cada momento, lo que diferencia a ese grupo del manifestado anteriormente y del que se manifestará a continuación.

13- Cada Raza Raíz involuciona-evoluciona a lo largo de siete Subrazas durante el conjunto de un ciclo de manifestación. Cada Subraza es una onda de consciencia diferenciada, con una función y un objetivo.
 Las cuatro primeras subrazas, creando tribus, naciones y civilizaciones, van definiendo las potencialidades que estabam contenidas en el Plan Divino para el ciclo, la quinta subraza alcanza el zénit y la sexta y la séptima retornan al origen portando el conocimiento perfeccionado junto con las mejores semillas de nueva consciencia , al tiempo que disuelven las formas y las civilizaciones obsoletas, convirtiéndolas en abono que alimentará a las subsiguientes. 14- La energía en continua transformación de la Mente Creadora Divina y de todas sus emanaciones, como la musical, es bipolar, va de un polo a otro de su propia cualidad cíclicamente, A nivel de nuestra Humanidad, eso se manifiesta como impulsos masculinos del Único destructivos o constructivos, tendientes a quebrar estructuras obsoletas, a fin de iluminar la materia, fuertes y expansivos, a los que Orfeo llamaba de “energía del Padre Creador”, …E impulsos femeninos de atracción e introspectiva gestación de lo nuevo creado, junto con la facilitación del rescate de todas las consciencias retardadas posibles, para purificarlos y conducir a todos al máximo perfeccionamiento y abierta entrega , antes de devolverlos a la Fuente, que nuestro vate llamaba la “energía de la Madre Misericordiosa”.

15-En cada Subraza y la siguiente hay una alternancia de los impulsos masculino o femenino como predominantes. Basta que se consiga desarrollar, gracias a ellos, un pequeño grupo de nuevas semillas mejoradas de consciencia, inclusive una sola semilla, para cumplir el propósito evolutivo. Ese mejoramiento genético sutil marcará el arquetipo de esa Raza Raiz y el modelo medio que debe alcanzar toda la onda de vida que se manifestará a continuación.

16-Orfeo comprendía a las viejas matriarcas tribales, colectivistas y anti-individualistas, diciendo que La Vida no está interesada en el progreso de los individuos más destacados… a menos que su progreso se transforme, por medio de su sacrificio, en maduro fermento de transformación del conjunto de la Humanidad. Las semillas mejoradas, los espíritus adelantados de la Humanidad, conforman la Jerarquía de la Luz, es decir, los Hermanos Mayores que se sacrifican, volviendo atrás como maestros ayudadores, para ayudar a impulsar al mayor número de retardatarios posible a que dé el salto a la siguiente octava superior de consciencia, junto con todos sus hermanos, antes de finalizar la oportunidad brindada por cada ciclo de manifestación.

17- Las personas simples de cada Subraza, manipuladas por los intereses de sus clases dominantes, acaban convirtiendo en Dioses y Diosas a los Hermanos Mayores que les ayudaron desde los planos sutiles y hasta a los líderes encarnados que marcaron sus normas de comportamiento diferenciado o que dirigieron el proceso de implantación espiritual y material de sus civilizaciones. Confundir a quien señala hacia la Luz con la Luz Misma, es engaño, idolatría; no obstante, existe una ley en el Universo: Con cualquier nombre con que se la invoque, la Divinidad Única responde, si hay fe y sinceridad.


18- Las Iniciaciones por las que Orfeo pasó le iban mostrando la infinita unicidad de todo, la ilusión mental que es la muerte definitiva, y como la vida Eterna del Ser Que Es Todo se manifiesta continuamente en ciclos, a través de infinitas jerarquías de Su Propia Consciencia cuya misión es cultivar, como jardineros cósmicos, razas mejoradas de seres elementales, minerales, vegetales, animales, humanos, suprahumanos y seres estelares, una tras otra, a lo largo de dos ciclos espirales que hacen que primero las emanaciones sutiles del ser se vayan densificando, involución, hasta que llega un punto de reversión en que el proceso se invierte y la materia ya espiritualizada comienza a sutilizarse, evolución, para volver al origen cargada con el conocimiento de sí mismo que el Ser realizó con esa inmersión suya, a través de innúmeras células perceptivas, en sus partes más remotas y sombrías. A lo largo del proceso, van encarnando las mónadas más individualizadas y evolucionadas en el reino siguiente en grado de elevación de consciencia, desde que el mundo es mundo, a partir de arquetipos divinos que fecundan la materia plástica eterna de la matriz universal.

19- El viajar continuo de Orfeo durante la mayor parte de su encarnación, y especialmente sus iniciaciones, su sufrimiento, su búsqueda fiel y perseverante y su valeroso descenso y regreso del Hades, le permitieron adquirir una idea clara y transformadora sobre el conjunto de la ronda de manifestación en la que su Raza Evolutiva estaba participando. Su auto-transformación le convirtió en una bien mejorada semilla de nueva civilización. Sin duda, la cultura griega del futuro ayudará a proyectar a toda la Humanidad de la Raza Raíz en curso, gracias a su espíritu, hacia una octava superior de consciencia.

20- En su viaje a través de la Laguna Estigia y por el Hades se abrieron las percepciones interiores de Orfeo a los registros del Subconsciente Colectivo de la Raza Ariana y tuvo vislumbres de las Razas anteriores y de las siguientes. Retornado, fue procesando meditativamente y ordenando de modo coherente todas aquellas visiones en su refugio de las montañas Rodhope. Dispuso de varios años, antes de tener que abandonar este mundo, para transmitir sus conclusiones a sus discípulos más próximos, entre los que se hallaba el recopilador de estas notas. Orfeo obtuvo plena evidencia de la realidad del proceso reencarnatorio. Aseguraba que había podido comprobar su veracidad conociendo a personas que recordaban totalmente o en parte sus vidas anteriores. Él mismo pudo identificarse como una consciencia elemental, y después mineral, o vegetal, en sucesivas manifestaciones en la forma de su mónada, en diversos planetas del Sistema Solar, y contempló su evolución como animal en uno de ellos que ya terminó su ciclo, y del que solo resta el cuerpo muerto de la Luna. Contó a sus amigos que una buena parte de la Humanidad actual vivió su evolución anterior como animales en la Luna. Los más atrasados terrestres de hoy aún seguían siendo animales en las primeras fases del actual ciclo de manifestación sobre el planeta Tierra, hasta que se individualizaron y pasaron a reencarnar como humanos. Eso puede explicar las enormes diferencias de consciencia que existen entre las personas que conviven en una misma civilización. 21- La Jerarquía de los Hermanos Mayores Intraterrenos de los Campos Elíseos, parte más elevada y luminosa del Hades, explicó a Orfeo que le habían permitido llegar hasta allí, aún estando vivo, en gracia al excelente desempeño evolutivo de su mónada o espíritu durante tantas encarnaciones. Allí mismo, Orfeo pudo ver, proyectadas en el registro memorial del Subconsciente Colectivo del Alma de la Humanidad, las escenas del progresivo éxito evolutivo de su consciencia. Había sido uno de los primeros animales que lograron salir del automatismo instintivo, comandado por una alma-grupo, a la individualización, durante el Ciclo Lunar, convirtiéndose en Maestro Ayudador de aquel grupo, al que pertenecen actualmente, manifestados en cuerpos humanos, muchos de los iniciados más adelantados del Ciclo Terrestre, realizando importantes misiones y funciones planetarias, para beneficio de diversos pueblos y naciones y para el de la Humanidad en su conjunto.

22- Como Maestro Ayudador Lunar avanzado, la mónada, o espíritu individual que luego asumiría la personalidad de Orfeo, siguió aprendiendo y evolucionando en ámbitos no físicos del Sistema Solar durante el inmenso tiempo en el cual transcurrieron sobre la Tierra sus cuatro primeras Razas Raíces, y sólo volvió a encarnar en ese globo en la mitad de la Quinta Raza Raiz, cuando el planeta había alcanzado un cierto desarrollo consciencial, tras los incontables milenios que la Humanidad demoró en desarrollar sus cuerpos y facultades etéricas, físicas y emocionales o astrales.

23- Orfeo pudo contemplar en los Campos Elíseos la historia de la Tercera Raza Raíz anterior , llamada Lemuriana, enormes gigantes y rudísimos cíclopes que todavía conservaban el ojo etérico y clarividente, ya que su instintividad no poseía otra guía, por no haber desarrollado aún ni emociones ni intelecto humano. El planeta era bien diferente en aquel tiempo, toda la flora y los animales eran tan enormes y monstruosos como los hombres, el clima sofocante y había por toda parte volcanes en erupción e incendios. Durante la segunda Subraza Lemuriana , la Jerarquía de la Luz del Sistema Solar autorizó la encarnación en él de muchas mónadas que, por haberse atrasado mucho en su evolución, ya no podían acompañar más la ascensión de las consciencias avanzadas de la Luna y de otros planetas. Esto supuso un enorme problema para el proceso de la humanidad lemuriana, que casi se estancó. Se agudizaron las resistencias y conflictos, la brutalidad imperó y toda la vibración evolutiva planetaria comenzó a apagarse, El enorme continente de la Lemuria fue hundiéndose poco a poco durante milenios de decadencia, y sólo quedaron de él sus más altas cumbres como islas.

24- El momento más importante de todo el Ciclo Lemuriano, en medio de aquella crisis, fue cuando la Jerarquía Lunar y el Manú o guía de la Tercera Raza Raíz, decidieron solicitar la ayuda de la elevada Jerarquía de la Luz formada por las consciencias más evolucionadas de todo el Sistema Solar, para acelerar la implantación del Cuerpo Mental sobre los terrestres, intentando provocar un verdadero salto adelante a la evolución natural, que estaba siguiendo una inercia demasiado lenta, por causa de los retardatarios. Orfeo pudo visualizar, emocionado, a la llegada de los Señores de la Llama, llamados así porque descendieron en enormes carros de fuego, procedentes del avanzado planeta Venus, sobre una blanca isla que había entonces en un mar que ocupaba el centro-norte de Asia y las frías planicies de los feroces nómadas turanianos. La Jerarquía de la Luz de Venus venía presidida por una entidad inmortal llamada Sanat Kumara, con sus tres asistentes y su corte de auxiliares. Fundaron la ciudad sagrada de Shambala en el espacio suprafísico sobre la Isla Blanca del Mar de Gobi, desde la cual, y hasta los tiempos actuales, Sanat Kumara viene dirigiendo con sabiduría la evolución de todos los reinos del Planeta Tierra, como expresión de su Logos y Señor del Mundo.

25- La Cuarta Raza-Raiz, que vino a continuación de la Lemuriana, tuvo la Atlántida como continente madre, situado en el Océano Occidental. La misión marcada para esa Raza dentro del Plan Divino –Plan que la Jerarquía de los Hermanos Mayores venía ejecutando desde que Sanat Kumara asumió la dirección de la Tierra y desde que las últimas Subrazas de la Lemuria comenzaron a producir terrestres con espíritus evolucionados-, consistía en desarrollar, a lo largo de las siete Subrazas Atlantes, el Cuerpo Emocional Básico, el Cuerpo Emocional Superior, dotado de claros valores éticos, y, por último, el Cuerpo Mental Básico, o Intelectual Concreto, tarea que le correspondía iniciar y desarrollar a su Tercera Subraza, la Tolteca, en la que encarnaron las almas más evolucionadas de la Jerarquía, para facilitar el proceso.

26- Pero no fue posible completar la misión porque, aunque los Toltecas desarrollaron durante milenios una espléndida civilización y un poderosísimo imperio que influenció a casi todo el resto del mundo de entonces, en lugar de pasar del Emocional Básico al Superior, una buena parte de ellos (encarnaciones terrestres de “los Señores del Rostro Sombrío”, o consciencias que durante las fases sutiles de los primeros ciclos lunares sufrieron una terrible caída evolutiva por causa de su soberbia), desarrollaron en la capital Atlante, la Ciudad de las Puertas de Oro, el culto demencial al propio ego, el psiquismo Inferior y la hechicería, en grados de nocividad que iban desde la simple brujería hasta la más avanzada y perversa magia negra, que pasó a utilizarse como tecnología bélica en busca de poder político y material. Durante muchas generaciones, Atlantis fue gobernada por “Reyes Divinos” y sabios Emperadores que eran encarnaciones de la Jerarquía de la Luz, elegidos por los Colegios de Iniciados, pero las fuerzas involutivas acabaron dando un golpe de estado y nombrando a un Emperador Negro. Siguió un largo período de iniquidad y de espantosas guerras civiles contra los partidarios del Emperador Blanco, que se había acuartelado al pié de las montañas del norte del continente. Ese período quedó desfigurado en la mitología griega de la mitad de la Raza Raiz siguiente, registrándose como la guerra entre los Titanes comandados por Atlas, uno de los “Señores del rostro Sombrio” procedentes del Ciclo Lunar, contra los Olímpicos comandados por el solar Zeus, en la que compitieron por el dominio del mundo. Orfeo tuvo clarividencia, también, en la Memoria del Subconsciente Colectivo sobre la realidad histórica igualmente desfigurada por el tiempo y los intereses parciales, que había recolectado en las leyendas y mitos, a lo largo de su caminada hacia el Hades. Atlantis no se hundió por causa de un solo cataclismo en medio de una guerra contra los antiguos pelasgos, como le habían contado, El enorme continente fue por primera vez destruido hace unos 800.000 años, quedando reducido a las grandes islas de Ruta y Daytia, éstas se hundieron hace unos 200.000 años, acabando con la dinastía del Emperador Negro y sólo sobrevivió la Isla de Poseidonis, que reconstruyó una nueva Ciudad de las Puertas de Oro donde renació la brujería.

27- Los Arios de la Cuarta Subraza, procedentes del Sur del Cáucaso y de la Frigia, llegaron al Mediterráneo y se mezclaron con los descendientes de la Sexta Subraza Atlante, los Acadianos, con lo que la arianizaron, formando los pueblos pelasgos, que durante milenios navegaron como mercaderes y colonizadores por todo el Piélago, levantando muchas pequeñas naciones prósperas. Los Semitas Originales y luego de ellos, los Acadianos, la Sexta Subraza Atlante, habían sustituído a los Toltecas en el dominio de la Ciudad de las Puertas de Oro. Fue el Emperador Acadiano de Poseidonis, que contaba con una espléndida flota, quien atacó a los Mediterráneos.

28- Contaba Orfeo que Poseidonis se hundió definitivamente en una noche, hace unos 8.000 años. La catástrofe mudó igualmente el mapa del mundo, y barrió la mayoría de los puertos que los pelasgos de la Cuarta Subraza Aria habían levantado en los litorales del Mediterráneo y del Mar del Sahara, que se secó, convirtiéndose en un desierto, lo mismo que el Mar de Gobi. La Jerarquía Suprafísica de Shambala ya había avisado y hecho emigrar a la India, con tiempo suficiente, a las últimas poblaciones de la nación Aria que tenía como capital a la Ciudad del Puente, cuyos ciclópeos y refinados monumentos desaparecieron para siempre, igual que los de la sagrada y maravillosa Isla Blanca, bajo las arenas.

29- Hermes-Donnon presentó a Orfeo, en los Campos Elíseos, a altos miembros de la Jerarquía de la Luz, cuyas mónadas habían sido compañeras de la suya en encarnaciones anteriores, que le felicitaron por haber cumplido bastante bien el trabajo de Maestro Instructor de varias civilizaciones Arias:
 Hermes dijo a Orfeo que durante el ciclo en el que se manifestaba en el mundo la Quinta Raza, la Aria o Ariana, la personalidad de las mónadas encarnadas tendría que ser capaz de rendirse e integrarse con su propia alma y convertirse en Servidores del Mundo, trabajando abnegadamente en la implantación del Plan Divino, o renunciar a seguir su existencia sobre la Tierra, que iba a acceder a un grado evolutivo de más sutil vibración, lo cual sería insoportable para quienes aún estuviesen apegados a los hábitos, mentalidad y comportamiento comunes en ese momento en el mundo denso.

30- Hermes dijo además a Orfeo, cuando éste ya dejaba el Hades, como ya se lo había adelantado Glúingal-Amerguin, que reencarnaría por última vez sobre la Tierra en la India, algunos siglos después, que de nuevo nacería como príncipe y de nuevo tendría la oportunidad de renunciar al trono para buscar el camino de la sabiduría. Si lograba entonces ir más allá de su fusión apasionada con su alma, que era lo que había representado en la encarnación presente su amor por Eurídice, y desarrollar a través de la Compasión por la Humanidad, como Modelo Pionero y Maestro Ayudador, el Mental Superior Unificador y el Cuerpo de Luz que comunica al Alma con la Mónada, quedaría liberado de las nuevas encarnaciones en el globo terrestre que ya estaban en su programa y podría seguir su evolución cósmica en dimensiones superiores.

31- También le profetizó que, si su mónada alcanzaba la liberación de este planeta-escuela, vendría a encarnar en Canaán-Palestina, quinientos años más tarde, entre los retardatarios más fosilizados de la Segunda Subraza Aria, un nuevo Gran Maestro, no evolucionado desde el Ciclo Lunar, como él, sino el primero directamente salido del Ciclo Terrestre, que enseñaría a la Quinta Subraza Aria la Fraternidad Humana , el Amor Universal y la Misericordia Divina, con lo cual, aunque las fuerzas involutivas acabarían asesinándolo, su ejemplo de vida y enseñanzas redimirían a la Humanidad, que podría, en pocas encarnaciones, desarrollar un elevado Emocional Superior, con el cual, después de que la Mónada del propio Hermes sustituyera a Sanat Kumara como Señor del Mundo, podría conducir finalmente al cuadrado y denso Mental Concreto a su Octava Superior: es decir, al desarrollo de la Mente Intuitiva y del sutil Cuerpo de Luz durante las dos Subrazas Arias que restaban.

Con lo cual, tanto la Quinta Raza como la Mónada de Hermes habrían cumplido su misión en este ciclo, y podría iniciarse la Sexta Raza Monádica, con el objetivo de regar la ahora bien mejorada semilla humana por todo el Sistema Solar… Para inaugurar el Ciclo Supra-Humano e Inter-estelar en la Séptima y última Raza Raiz,

32- Sobre el “muchacho” mudo que vivía con Orfeo: Todos sus amigos le llamábamos “Uh”, desde que ambos retornaron juntos a Tracia y al Rodhope, porque Uh era el único sonido que era capaz de emitir en distintos tonos. Era muy delgado y bajito, tenía ojos muy azules de pureza total, aunque tímidos. Algunos días se veía claramente que aquellos ojos no estaban contemplando este mundo, sino que se quedaban horas y horas vagando por otras dimensiones, para nosotros invisibles. Esos días, el propio Orfeo lo alimentaba y lo lavaba como se cuida de un niño de tierna edad. Sin embargo, cuando se encontraba bien era muy servícial, mantenía encendido el fuego de un altarcillo que había en la cocina, cuidaba el jardín, ayudaba en la huerta, cocinaba, barría la casa, iba por el agua y a recados, y tocaba bastante bien la lira en cuanto le sobraba tiempo libre, aunque con fallos absolutamente inesperados en cualquier momento, que Orfeo sabía corregir, cuando tocaban juntos. Los dos caminaban mucho juntos por el bosque o iban solos a la cascada, o a ver el atardecer, y dormían en dos camas separadas del mismo cuarto, o eso creíamos.

33- Después del asesinato de ambos, la líder bacante Aglaonice desapareció. Dos de sus Ménades, muy arrepentidas de lo que habían hecho, luego de salir de la “embriaguez sagrada”, contaron a los investigadores enviados por el rey, hermano de Orfeo, como Aglaonice había constatado rápidamente que el cuerpo del muchachito retrasado, -que resultó ser una muchacha- era impecablemente virgen. Los guardias reales atraparon a Aglaonice y la tuvieron un tiempo en prisión, pero tuvieron que acabar soltándola por política, para impedir una revuelta entre los adoradores de Dionisio, debido al alto rango y popularidad de la sacerdotisa. Años después, supimos que la bacante se había vuelto loca y muda a causa de las dosis enormes de drogas pesadas que estuvo ingiriendo tras su liberación, para silenciar los remordimientos de su mente. Unos parientes la cuidaron hasta que se fue apagando totalmente ida.

34- Orfeo jamás reveló, ni siquiera a sus amigos más cercanos, que el efebo mudo con quien vivía era una mujer, y menos que se trataba de la propia Mónada y Alma de Eurídice, quien, habiendo perdido su cuerpo físico y teniendo ya muy disgregados sus cuerpos astral y mental, vino a encarnar en Iberia en el cuerpo de una muchacha vasca retrasada mental, con la cual el bardo ya se había encontrado por primera vez, sin saberlo, en su ascensión hacia el Macizo de Lur, en los Pirineos, y a la que fue re-dirigido por Hades y Hermes al salir de los Infiernos y antes de su regreso a Tracia. Podemos suponer, más o menos, que eso fue lo que ocurrió, atando cabos sobre distintas respuestas que nos dio cuando le hacíamos preguntas sobre la muerte, la reencarnación y la inmortalidad.


FIN DE LAS NOTAS ÓRFICAS

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